Cómo entiendo la ansiedad

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18 septiembre 2023

Cómo entiendo la ansiedad

Es posible que te estés planteando comenzar un proceso de terapia porque llevas un tiempo sintiendo ansiedad. No tienes por qué saber cuáles son los síntomas de la ansiedad, pero si estás leyendo seguramente puedas identificarte con alguna de sus manifestaciones más habituales.

La ansiedad es un síntoma, o más bien un conjunto de síntomas, y puede hacerse ver de determinadas maneras. En muchas ocasiones se limita a manifestarse solamente en el aspecto cognitivo:

  • Entro en bucle y no soy capaz de salir de él
  • Me preocupan muchas cosas
  • Me imagino escenarios catastrofistas de futuro
  • Me agobio en muchas ocasiones y necesito salir de donde estoy

En muchas otras ocasiones, además del aspecto cognitivo, la ansiedad se traslada también al cuerpo:

  • Tengo una presión en el pecho constante
  • Me cuesta respirar
  • Tengo taquicardias
  • Estoy continuamente mareada
  • Somatizo en el cuerpo (problemas digestivos, migrañas, problemas cutáneos…)

La ansiedad también puede llegar a producir ataques de ansiedad y de pánico, sensaciones tremendamente desagradables en las que sientes que estás perdiendo completamente el control.

Independientemente de cómo se esté expresando la ansiedad en tu cuerpo, a mí me gusta comenzar comprendiendo qué es la ansiedad con la siguiente metáfora:

Imagina que la ansiedad es una amiga tuya que está pasando por un mal momento y va a visitarte con frecuencia a tu casa. Es posible que tu amiga, que lo está pasando realmente mal, cuando va a visitarte pase horas y horas hablando de sus preocupaciones, y es normal que algunos días sus visitas te generen malestar porque no estás preparada para sostenerla. Puede ocurrir que tu amiga un día llame a la puerta de tu casa, y decidas no hacer ruido para que piense que no estás. Sin embargo, ella sabe perfectamente que estás dentro porque ha visto la luz encendida, o te ha visto salir de casa recientemente, por tanto si ese día no le abres, más tarde volverá a intentarlo. Si tampoco le abres en ese momento, seguramente no desistirá en su intento de que le abras la puerta, y volverá días después. La visita de la ansiedad es similar a la de esta amiga, tiene necesidad de que le escuches, y lo mejor será abrirle la puerta con ciertos límites bien establecidos, porque es tu amiga y es importante para ti, pero gastas mucha energía en sus visitas. Sabiendo esto, quizás sea buena idea invitarla a un café para no alargar demasiado la visita y que sea agradable para ambas.

En terapia me gusta comenzar juntas la tarea de conocer cómo es tu ansiedad, porque cada ansiedad es diferente, y comenzar a tener esos ratitos de café con ella para que pueda contarnos qué es lo que le preocupa.

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